Doce tradiciones
Doce
tradiciones
Nuestro bienestar común debe tener la preferencia; la recuperación personal depende de la unidad de OA.
Para el propósito de nuestro grupo sólo existe una autoridad fundamental: Un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia de nuestro grupo. Nuestros líderes no son más que fieles servidores; no gobiernan.
El único requisito para ser miembro de OA es el deseo de dejar de comer compulsivamente.
Cada grupo debe ser autónomo, excepto en asuntos que afectan a otros o a OA en su totalidad.
Un grupo nunca debe respaldar, financiar o prestar el nombre de OA a ninguna entidad allegada o empresa ajena evitando que los problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro objetivo primordial.
Cada grupo tiene un objetivo primordial: Llevar el mensaje al comedor compulsivo que aún sufre.
Cada grupo de OA debe mantenerse por sí mismo negándose a recibir contribuciones externas.
OA nunca tendrá carácter profesional pero nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales.
OA como tal nunca debe parecerse a una organización; pero podemos crear juntas o comités de servicio que respondan directamente ante aquellos a quienes sirven.
OA no tiene opinión acerca de asuntos ajenos a sus actividades; por consiguiente, su nombre nunca debe mezclarse en polémicas públicas.
11. Nuestra norma sobre las relaciones públicas se basa más bien en la atracción que en la promoción; necesitamos mantener siempre nuestro anonimato personal ante la prensa, la radio, televisión, cine y cualquier otro medio de comunicación.
El anonimato es la base espiritual de todas nuestras tradiciones, recordándonos siempre anteponer los principios a las personas.